En la sexagésima clase del curso de latín desde cero haremos una introducción teórica a las oraciones compuestas. A continuación, estudiaremos los dos tipos más básicos de composición: la yuxtaposición y la coordinación.
Introducción a las oraciones compuestas
Una oración compuesta (o compleja) es la que está compuesta por dos o más oraciones (o proposiciones). Estas oraciones pueden ser, básicamente, de tres tipos, según la complejidad sintáctica que entrañen:
- yuxtapuestas
- coordinadas
- subordinadas (completivas, relativas o circunstanciales)
Las más simples y que entrañan escasa o nula dificultad son las yuxtapuestas y las coordinadas.
Si además de la sintaxis tenemos en cuenta la semántica, posiblemente sea más adecuado distinguir solo entre coordinadas (cada una de las partes tiene sentido por sí misma) y subordinadas (la subordinada completa la superordinada, de la que depende); en cambio, la yuxtaposición es la forma de presentar la relación entre las oraciones sin ninguna conjunción (asíndeton).
Oraciones yuxtapuestas
La yuxtaposición no utiliza nexos, sino pausas o signos de puntuación en la lengua escrita para relacionar oraciones. Esto hace que con frecuencia sea ambigua y dé lugar a interpretaciones sintácticas distintas entre un hablante u otro si el contexto no está suficientemente claro o las presuposiciones no son muy explícitas.
Se da principalmente en latín coloquial, arcaico/arcaizante y en algunas locuciones más o menos estereotipadas, además de como recurso estilístico.
Las oraciones yuxtapuestas son las que, literalmente, se ponen unas al lado de otras sin ningún enlace. Según esto, no solo las oraciones coordinadas pueden ser yuxtapuestas, sino también las subordinadas (p. ej. las de infinitivo).
Oraciones coordinadas
La coordinación (o parataxis, opuesta a la hipotaxis) es un mecanismo sintáctico por el que dos sintagmas que funcionan de forma semejante se unen en un sintagma superordinado, como en video puerum et puellam. En el caso de la sintaxis oracional, la coordinación está uniendo, coordinando, oraciones en el mismo nivel sintáctico.
Existen tres tipos semánticos de coordinación: la copulativa, la disyuntiva y la adversativa. Las dos primeras pueden unir un número abierto de elementos, mientras que la última solo puede relacionar dos. También pueden considerarse las explicativo-causales y las ilativas o conclusivas.
Lo normal es que la coordinación sea sindética (con nexo); cuando se repite en serie el nexo, hablamos de polisíndeton. (Una construcción asindética es básicamente yuxtaposición).
Coordinación copulativa
Los nexos son et, atque/ac y ‑que, que tienen diferencias de posición y matices, aunque todas se traducen por «y». De más neutro a más marcado, son las siguientes.
El más neutro es et, que señala una mera adición sin más matices. A veces puede usarse con el sentido de ‘también’. La versión negativa es et non (o ac non).
La conjunción atque o ac establece una coordinación en la que el segundo elemento resulta pragmáticamente focalizado, con el sentido de ‘y además’. La versión negativa es neque o nec.
La enclítica ‑que es más propia de las etapas más antiguas. Coordina contenidos conceptualmente cercanos, aunque es frecuentemente sustituido por et.
Además, existen coordinantes correlativos formados por dos elementos distintos, que en su uso presentan una conexión obligatoria. Estas series son binarias, cerradas y marcadas (realzan cada uno de los miembros). Los más frecuentes son non solum … sed etiam «no solo … sino también» o et … et «tanto … como».
Coordinación disyuntiva
Los nexos principales son aut, vel y ‑ve, que tienen diferencias de posición y matices, aunque todas se traducen por «o»; también se gramaticaliza sive o seu a partir de la condicional si. De más neutro a más marcado, son los siguientes (aunque a menudo se usan intercambiablemente).
La conjunción principal es aut, que es la más neutra y señala una mera alternativa sin más matices, aunque puede marcar exclusividad.
Aquí hay que vencer o morir.
La conjunción vel establece una alternativa con elección. Por su parte, sive/seu, aunque llega a gramaticalizarse como simple conjunción disyuntiva, aún aparece con su valor original de condición alternativa ‘o si’.
La enclítica ‑ve añade a la alternativa con elección una equivalencia entre los miembros análoga a ‑que. En Plauto es ya residual, empleada en contextos muy restringidos y casi limitado a fórmulas fosilizadas.
Un poco aparte está an, partícula interrogativa que se utiliza para unir los dos miembros de una interrogación doble. Puede usarse como coordinante disyuntivo condicionado por contextos de interrogación: aparece como variante de aut.
Coordinación adversativa
Es una estructura de dos miembros donde se expresa una oposición según tres esquemas esenciales:
- El contenido del primer miembro es corregido por el segundo; se niega el primer miembro y se introduce el segundo: «no X, sino Y».
- El contenido del segundo miembro no se corresponde con las expectativas que producía el primero: «X, pero Y».
- El contenido del primer miembro se ve interrumpido por el del segundo: «X, pero Y (porque hubo un problema mientras X)»
Hay diversos nexos en latín, con diversos matices, pero que esencialmente equivalen al español «pero».
El más neutral y frecuente es sed, que habrá de traducirse como «pero» o como «sino» según la situación. Con exacto significado tenemos magis, raro en los textos, pero popular en las lenguas romances.
La conjunción at es la más fuerte y restringida: introduce una fuerte oposición o cambio de escenario que podemos traducir como «al contrario», «por su parte», etc.
El nexo autem es el más atenuado y suele aparecer en la segunda posición de la oración. Podemos traducirlo como «ahora bien», «en cambio»… Con similar matiz están verum y vero.
Coordinación explicativo-causal
Suelen aparecer tras pausa fuerte, aunque lo más adecuado es traducir con coma en español. Realmente explican o justifican lo que se ha dicho en la oración anterior, más que indicar la causa. No son tan frecuentes en latín como en griego.
Los nexos (partículas) más usuales son nam(que), (et)enim, que pueden traducirse como «pues» (tras coma), «en efecto» (tras punto y coma), etc.
Coordinación ilativa o conclusiva
También suelen aparecer solo tras pausa fuerte, a veces en segunda posición de frase. Expresan el efecto o la consecuencia de lo que se ha dicho antes.
Las más frecuentes son ergo, igitur e itaque, todas similares y traducibles por «así pues», «por tanto», «por consiguiente» (tras punto y coma)…
Además, pueden aparecer sin una función puramente ilativa, sino más bien para retomar lo que se estaba diciendo tras un paréntesis de mayor o menor extensión.
«Curso de latín desde cero #28.60: Las oraciones compuestas, la yuxtaposición y la coordinación» es una clase de Videocursos de Lingüística y Humanidades y ACADEMIALATIN.com, de Javier Álvarez