En la decimoctava clase del curso de gramática histórica del español estudiaremos la morfosintaxis de los determinantes del sintagma nominal: los cambios de los demostrativos, la creación de los artículos y la evolución de los posesivos.
Morfosintaxis de los determinantes
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Resumen de demostrativos, artículos y posesivos
Estos son los contenidos que hemos aprendido en los ⏳ 39 m 33 s ⌛ del vídeo de esta clase.
Demostrativos
El latín tenía tres series de demostrativos: HIC, ISTE, ILLE. Además, tenía tres fóricos: IPSE, IS, IDEM. El desgaste fonético elimina HIC e IS (e IDEM), con lo que comienza una cadena de cambios.
Aunque las formas nominales proceden del acusativo, en este y ese podrían proceder del nominativo, o puede que sí procedan del acusativo, con un posterior proceso de diferenciación respecto al neutro.
Artículos
El latín no tenía artículo definido ni indefinido. Parece que en latín vulgar se estaba gramaticalizando a partir de IS, pero sobre todo de ILLE o de IPSE.
El artículo en castellano procede de ILLE átono. La atonicidad hace que se pierda la primera parte y que se simplifique la geminada.
La forma ela < ILLAM da dos alomorfos principales: la + consonante y el o ell + vocal. En la Edad Media la forma el puede aparecer ante cualquier vocal, átona o tónica.
Desde época de orígenes, hay valores similares a los actuales. Las diferencias más importantes son la posibilidad de artículo cero en usos genéricos, y la combinación de artículos con posesivos.
El artículo indefinido procede del numeral UNUS, que en latín clásico solía usarse solo para hacer énfasis: ‘un único’, ‘solo uno’.
Posesivos
En latín la misma forma de los posesivos funcionaba como adjetivo o como pronombre. Ya en castellano medieval existen dos series de posesivos: una tónica y una átona.
Plantean problemas de evolución las formas átonas correspondientes a ‘mi’, ‘tu’, ‘su’. En la Edad Media cada forma tiene varios alomorfos con una distribución difícil de determinar.
Las formas femeninas se explican por disimilación, asimilación y apócope o síncopa sintáctica: MEA > mía > míe > mi. Estas formas supuestamente se habrían extrapolado al masculino. Sin embargo, es raro que el femenino se imponga al masculino. Hay otra explicación de origen diastrático según las variantes populares y cultas de los posesivos.
A partir del siglo XIV encontramos las formas tuyo y suyo con consonante antietimológica, probablemente por analogía con cuyo, donde sí era etimológica por provenir de CUIUS.
En el latín vulgar se empezó a usar SUUS para la posesión reflexiva y no reflexiva. En castellano una forma como su puede ser reflexiva o no reflexiva, de un único poseedor o de varios.
Actualmente la distribución de las formas tónicas o átonas es clara, pero en el castellano medieval, la distribución es más caótica.
En español medieval (y todavía en otros romances) se combinaban los artículos (definido, pero también indefinido) con los posesivos antes del sustantivo. Este uso supuestamente tiene valores pragmáticos: énfasis en la posesión, expresar afecto, etc.
En la siguiente clase estudiaremos la evolución de la morfosintaxis de los pronombres, tanto personales como otros.
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«Curso de gramática histórica del español #18: Morfosintaxis de los determinantes» es una clase de Videocursos de Lingüística y Humanidades y ACADEMIALATIN.com, de Javier Álvarez