En la decimonovena clase del curso de gramática histórica del español estudiaremos la morfosintaxis de los pronombres. Nos detendremos sobre todo en los pronombres personales, y veremos detalles de los indefinidos y numerales.
Morfosintaxis pronominal
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Resumen de pronombres personales, indefinidos, numerales…
Estos son los contenidos que hemos aprendido en los ⏳ 38 m 49 s ⌛ del vídeo de esta clase.
Pronombres personales
Los pronombres personales suponen uno de los pocos restos de declinación que perdura en castellano. Sin embargo, la distribución de casos no es meramente sintáctica.
Los pronombres castellanos se distribuyen en tónicos y átonos y dentro de cada tipo hay cierta clasificación según su función sintáctica. Dentro de los tónicos tenemos las funciones de sujeto y de término de preposición; en los átonos, todo lo demás.
El nominativo sí permanece como el sujeto. El acusativo pasa a ser la forma átona, tanto para objeto directo como indirecto; el dativo, la forma tónica para ambos. La excepción son las formas lo, la, le.
En latín no existe un pronombre específico de 3.ª persona no reflexiva. El castellano lo crea a partir del demostrativo ILLE.
Las formas de dativo del singular daban resultados diferentes. Existieron series analógicas (mibe por mí), pero finalmente se impuso la analogía sobre mí.
En principio, el sujeto procede del nominativo, pero las formas ellos y ellas proceden del acusativo. En el plural, hasta el siglo XIV, encontramos solo nos y vos. Las formas compuestas nosotros y vosotros se extienden en el siglo XVI.
En el ablativo de los pronombres, la preposición CUM era enclítica: MECUM, TECUM, SECUM… La evolución fonética hace que se pierda la noción de compañía, por lo que hay reajustes analógicos. Las formas del plural proceden de variantes vulgares.
Lo vemos en este fragmento del vídeo completo de la clase:Las formas medievales como gelo, gelas, etc., proceden de la fusión de un pronombre de dativo y uno de acusativo. En el reajuste de sibilantes y por probable analogía con se, se cambia ge por se.
Otros pronombres y determinantes
Vemos un par de listas: la de indefinidos conservados desde el latín (aunque no sobreviven a la Edad Media al ‘otra cosa’ ni nul ‘ningún’) y la de indefinidos creados tardíamente.
En cuanto a los numerales cardinales, por lo general, la evolución es regular desde el latín, aunque también hay muchas reformas analógicas. Hasta el siglo XIII se conservan los femeninos duas y dues.
El uso infrecuente de los ordinales en español hace que muchos sean cultismos. En la Edad Media existieron formas patrimoniales como ochavo. El sufijo distributivo ‑eno aparece en noveno (y formas medievales como sesseno, seteno, ocheno).
En la siguiente clase estudiaremos la evolución de elementos invariables como adverbios y conjunciones.
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«Curso de gramática histórica del español #19: Morfosintaxis de los pronombres» es una clase de Videocursos de Lingüística y Humanidades y ACADEMIALATIN.com, de Javier Álvarez