Quien empieza a profundizar en la mitología suele padecer cierta perturbación e incluso enojo al enterarse de que no hay una única versión de los mitos, pese a que en el imaginario colectivo siempre suele haber una sola versión bien conocida por diversas circunstancias.
Por ejemplo, la historia de Edipo solemos conocerla tal y como la cuenta Sófocles en sus tragedias Edipo rey y Edipo en Colono: Edipo, sin saberlo, mata a su padre y se casa con su madre Yocasta, con lo que cumple así la profecía que pretendía evitar; al descubrir la verdad, se ciega a sí mismo y se exilia por siempre de Tebas.
Sin embargo, Homero, en la Odisea, da información que contradice la de la versión más conocida:
Vi también a la madre de Edipo, la bella Epicasta, que cometió sin querer una gran falta, casándose con su hijo; pues este, luego de matar a su propio padre, la tomó por esposa. No tardaron los dioses en revelar a los hombres lo que había ocurrido; y, con todo, Edipo, si bien tuvo sus contratiempos, siguió reinando sobre los cadmeos en la agradable Tebas, por los perniciosos designios de las deidades; mas ella, abrumada por el dolor, fuese a la morada de Hades, de sólidas puertas, atando un lazo al elevado techo, y dejole tantos dolores como causan las erinies de una madre.
Homero, Odisea 11.271-80 (trad. Segalá y Estalella)
O sea, Homero nombra a la madre de Edipo de una forma alternativa (Epicasta, frente a la versión mayoritaria Yocasta) y dice que Edipo, incluso tras la tragedia, siguió reinando en Tebas.
Otro caso lo tenemos en el mito de Jasón, que ha de librarse del dragón que custodia el preciado vellocino de oro. La versión más conocida es la de Apolonio de Rodas, Apolodoro, etc., según la cual Medea duerme al dragón; otra versión (en Píndaro) dice que Jasón lo mató.
Lo curioso viene ahora: hay una versión según la cual parece que el dragón se habría tragado a Jasón, pero quizá Atenea le habría ayudado haciendo que el monstruo lo vomitara. Esto es especialmente curioso porque esta versión no la tenemos en ningún texto conservado, sino que solo la conocemos por una única representación pictórica conservada, que probablemente se basaba en una versión de la leyenda que no nos ha llegado por escrito.

«No hay una sola versión oficial de los mitos» es un contenido de Paco Álvarez publicado en ACADEMIALATIN.com